Chumbivilcas jodidamente encantador.

Cusco eternamente mágico, nunca dejaras de sorprenderme simplemente porque al visitarte las energías vibran mi esencia intrigante; comprendo ahora el porqué mi padre había decidido formarse bajo tu calor progresista, porque el Inca Manco Capac ensancho su futuro sobre productivas posesiones y porque tu nombre continuara en la inmortalidad.

Idealizaba a Quillabamba y su verde panorama como destino natural a mis propósitos sociales, Sicuani como umbral divino celoso me recibía cada vez que por ahí pasaba, los celos eran comprensibles pues al pasar sus históricas fronteras, llegaba a una región culturalmente distinta a la de los señorios Canchis y Canas, mucho más alejada de los kollas con quienes he vivido hasta ahora, por lo tanto ni Sicuani ni Quillabamba me abrían las puertas para encandilarme por completo como la tierra brava del Perú lo había hecho.

Cada pueblo y región tiene bondades y maravillas por mostrar, unas más que otras, pero al llegar a Santo Tomas jamás imagine encantarme por completo de este pueblo heredero de los Condes, habitada por los machos Qorilazos e invadida por los quechuas primero y finalmente por los españoles.

El destino me ubico frente a su Instituto como docente de informática, el cual me permite mostras mis aristas no solo profesionales, sino tambien artisticas, culturales y deportivas, razon que me permitió compartir la danza de los caporales en los mas importantes centros arqueologicos de la zona.

Cándidamente la población brazos abiertos ha ganado mi cariño; su encanto, magia y misterio la encuentro al comparar con lo hermoso que empieza Juliaca y el enorme pasado común que los relaciona, ambos descendientes no solo de los aguerridos aimaras, sino principalmente de los enigmáticos puquinas, concluyo con esta comparación luego de recorrer sus primeros atractivos histórico-culturales, sin duda, esta fue región Puquina hace miles de años, gobernada en lo posterior por los quechuas del Cusco, apenas e indagado algo de tan recóndito lugar apegado mas a la “ciudad blanca” que al “ombligo del mundo”, por tanto no me sorprende que haya defendido banderas diferentes a la de nuestros hermanos Canchis y Canas, que haya batallado contra los incas, etc.; atractiva historia que me he propuesto averiguar.

Lo encantador no queda ahí; sino, continúa con el aprecio personal de cada uno de sus integrantes, remoqueteandome de diferentes maneras, “loco caporal”, “caporal genuino” o simplemente “caporal”; “quirqui”, “quirquincho”, “cumparcito”, “tundique” , etc. Apodándome también como “kolla”, “inca”, “gran jefe”, “gobernador de Huamanmarca”, “chumpi huillca”, “apu”, “capitán”, “uru”, “aymara”, “andino”, etc, etc. En Juliaca simplemente soy Vlady, por lo tanto esta fascinante tierra no solo me ha cautivado, sino que me ha comido por los ojos íntegramente, por tal razón, recordare siempre a Cusco como “eternamente Mágico” y a Chumbivilcas como “jodidamente encantador”.