Esta danza sucede a la tuntuna esta a su vez sobreviene de otras tres expresiones coreográficas: los tundiques, los negritos y la saya. Por lo que no veo el problema de su origen, las trifulcas entre peruanos y bolivianos por el umbral de tan cándido género son innecesarias, es indiscutible su origen aymara con influencia afro-andina; si nos trasportaríamos aquellos tiempos estas riñas serian por demás estúpidas, el problema surge a raíz de una división política de la nación aymara; los caporales deberían de convertirse en danza de unión, de hermandad e integración de los pueblos andinos.
Algunos nativos del África traídos como esclavos a nuestro continente, se refugiaron en lugares calidos como las yungas por encontrar un clima similar al de su origen, una vez instalados no dejaron de lado sus costumbres de manera que evocaban sus cantos sus ritmos y su cultura en los valles y en el altiplano andino. Fue Yunguyo el tambo histórico de los yungas al que acudían para continuar camino por los pueblo del altiplano, lugar donde cautivaron a los aymaras con sus ritmos, sus atléticos saltos y alegres melodías ridiculizando en todo momento al caporal en una extraña danza imitada posteriormente por los aymaras al ritmo del tun tun y al compás de los negritos, de esta manera surge la danza los tundiques, de equivalente manera a la saya producida por los negritos en las yungas de Bolivia.
Entonces encontramos a dos danzas La Saya interpretada por los yungas afro-bolivianos y los tundiques expresada por los aymaras inicialmente en Yunguyo, proliferada después en el altiplano peruano y boliviano, la danza la realizan los andinos imitando al negro y ridiculizando al caporal, acompañado por las cholitas agraciadas y coquetas vistiendo ellas sus mejores galas, con el pasar de los años este contagiante y juvenil ritmo sufre variaciones incrementándose el numero de caporales y reduciendo la participación de los negritos, de manera tal que los negritos que bailaban al son de sus bombos y reque reques eran desplazados por los ágiles movimientos de los caporales acompañados cada vez mas de instrumentos andinos como sikus, pinquillos, quenas, etc. Las cholitas de igual manera lucían blusas cada vez mas adornadas y polleras mas cortas, sus movimientos en la danza eran también cada vez mas coquetos y sensuales, precisamente la nueva coreografía distinta a la inicial induce a la creación de un nuevo estilo denominado tuntuna.
Tuntuna por el tun tun de su melodía, en esta divertida danza contrariamente a la de los negritos, del tundique o de la saya, apreciamos a escasos negritos, de pronto solo a uno de ellos simulando la esclavitud a la que fueron sometidos, convirtiéndose en figura central dentro de la danza, la cholita es confundida entre la mujer andina y la mujer colonial entremezclada con rasgos que la modernidad imprime cada día. En una nueva coreografía el negrito definitivamente fue expulsado, dando paso a la danza de los caporales, en esta las cholitas representan a la mujer andina y moderna, con un estilo propio y con desbordante alegría expresada en cada presentación; el caporal se presenta como la figura juvenil desenfadada dominadora y triunfadora, distinta al explotador dominador y perverso Caporal del ayer.
Yunguyo fue paso obligado de los yungas que venían del Coroico, para dirigirse a cualquier otro lugar del altiplano, motivo por el cual, fueron los aymaras de aquella región quienes adaptaron la danza de los afros sean candome, celenda o similar y la hicieron tundique, esta danza desde su inicio a la fecha a sufrido severos cambios, los cuales observamos en los vestidos, los instrumentos musicales, en la coreografía y en el estilo artístico; este progresivo cambio se vio influenciado por grupos musicales caribeños quienes eran conformados por negros quienes vestían blusas abombadas, de esta manera se dan nuevos matices a la danza, fueron los hermanos Estrada Pacheco quienes materializan este cambio perturbando el estilo original del tundique.
Iniciando la década de los 70’s surgen los CAPORALES DE LA TUNTUNA UROS DEL GRAN PODER, presentando su contagiante ritmo primero en la entrada del gran poder en la ciudad mas importante de Bolivia (La Paz), luego en el “ombligo del Mundo” (Cusco – Perú), demostrando su innovadora recreación también en la “ciudad de los vientos” (Juliaca), para a continuación hacer su presentación en el fastuoso Carnaval de Oruro. Fue aquel tiempo en que se da inicio a su proliferación masiva especialmente en la juventud de nuestro continente; a la Fraternidad promovida por los Hermanos Estrada Pacheco siguieron diversos grupos de caporales cómo de los hermanos Escalier, Chuquiago, Bolivia Joven, etc. así como la “Fraternidad Caporales Reyes de la Tuntuna”, “Fraternidad Caporales Centralistas”, “Conjunto Folklórico Sambos Caporales”, “Caporales Universitarios San Simon”, “Conjunto Caporales Infantiles Ignacio León" en Bolivia, y luego de la consecutiva participación en Juliaca de la Fraternidad “Los Uros” del Gran Poder de la Paz durante los años 1976, 1977 y 1978 se fundaron en Perú conjuntos de caporales primero en Juliaca luego en Puno, surgiendo así: “Tuntuna del Centro Folklórico de Danzas Juliaca”, “Tuntuna Cordillerano”, “Centro Folklórico Tuntuna Juventud Universitaria”, “Caporales de la Tuntuna del Barrio Miraflores”, “Caporales de la Tuntuna Señor de Qoyllor Ritti”, “Reyes de la Tuntuna Brisas Porteñas”, “Caporales de la Tuntuna del Barrio Huáscar” y “Caporales de la Tuntuna Pioneros del Mañana”; la expansión de la danza alcanza Chile formándose los “Zambos Caporales de Kosca Reyes de la Tuntuna Calama”, “Zambos Caporales de la Tirana”, etc. Extendiéndose por diversos países llegando a Estados Unidos de Norte America del mismo modo a Europa.
La danza de los caporales de ligero acento y con atropelladores movimientos viene conquistando el mundo, la formación de bloques de los conjuntos oriundos del altiplano andino viene fortaleciendo su difusión mundial, encontramos bloques de San Simon, de los Sambos Caporales, de los Centralistas en diferentes ciudades del planeta, la confusión del ritmo caporal con el de la saya, a sido generada por los grupos musical sean los kjarkas, proyección, etc. quienes insertaron en sus temas la saya dentro de canciones interpretada netamente por los caporales.
Actualmente los barullos referentes a su origen, se origina a raíz de la copia del estilo boliviano, por la difusión de sus canciones y por la expansión de sus grupos, por estas razones se cree que la danza es boliviana, a esta incertidumbre se suma el calco de nombres de los conjuntos bolivianos, si bien es cierto que la creación de bloques incentiva contagio y esparcimiento de la danza, no es lo mismo la usurpación que realizan grupos, elencos y ballet peruanos, como Centralistas de Puno, Sambos y San Simon en Juliaca, Sambos por siempre, Sambos Illimani, Centralistas y San Simon en Lima, etc. agrandando el desconcierto referente a su naturalidad.
Es preciso reconocer a los verdaderos caporales de la tuntuna, que al ritmo del tun tun dejan rastros y editan éxitos; día a día serán seguidos e imitados, recordaremos siempre a los Uros del Gran poder, institución matriz del nuevo estilo de la tuntuna, a los Sambos caporales de Bolivia con sus diferentes bloques destacando los sambos por siempre y el bloque Illimani, a los Simones y Centralistas quienes extendieron este zapateo a distintos lugares del altiplano, al Centro Cultural Andino principal institución difusora de los caporales en Perú, dejando huella imprescindible del nombre y estilo que llevan. Los Caporales ya no representan a la danza de los negritos, ni son descendientes de los yungas, tampoco es la raza oprimida azotada por capataces, son ahora capos saltarines, intrépidos jóvenes vencedores y conquistadores quienes acompañados de modernas cholitas, vienen cautivando al mundo.
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